miércoles, octubre 25, 2006

clichés

Es más de la 1 am.
T duerme y yo sigo aquí, corrigiendo espacios y poniendo todas las comas que preferí dejar para más tarde en 259 páginas de tortura.
Escucho a Beth Orton.
Y a lo mejor es el café afterhour (ahora que me he bajado la dosis), pero es como un viaje al pasado.

(RESULTADO: asalto de la melancolía de un tiempo pasado, en plan videoclip, algo cutre, porque sobre todo es prestado, aprendido de películas, de la tv, del mundo exterior que te inocula un mecanismo para despertar cierta sensibilidad)

Pero es igual, en mi mente están las noches infinitas de la época de la facultad, cuando todo era para ayer (porque lo de la procastinación no se improvisa, se cultiva, se trabaja y luego se padece el resto de la vida) y con esas noches todas las quimeras, todas las promesas fallidas de que terminaría con esa agonía de "entregar".

Ajá.

Me equivocaba.

Llevo dos años y medio "entregando".

Y otra vez es para mañana...

2 Comments:

Blogger diego said...

GRACIAS por tus observaciones, lectora, que nunca te digo nada y tú eres la que más dices. Ya te/os contaré cómo ha ido ;)

2:20 a. m.  
Blogger g said...

ayer ví el documental The Corporation y confirmé que mi melancolía nocturna responde a los patrones diseñados por los publicistas, no era un videoclip: era un anuncio.

9:17 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home