jueves, abril 03, 2008

Meteorología

"Sin pasado, ni sino, ni las ideas erróneas que dan calor, sin nada, saqueado, miro adelante, hacia aquello que me espera. Veo un nubarrón gris, hinchado, infranqueable, y siento que he de atravesarlo, aunque no sé en qué dirección. No importa, no me moveré, ya vendrá a mi encuentro, me atravesará, seguirá su camino y me dejará atrás. Es el tiempo y se llama futuro. En ocasiones lo espío angustiado; en otras, lo espero confiado, como la luz del sol en días de niebla. Sin embargo, sé que todo es ilusión, y esta vez tampoco me dejo engañar y huyo como cuando me arrojaba al infinito sobre las alas de mi meta: no me espera el futuro, sino el instante siguiente, porque no existe el futuro, mero presente que avanza y avanza. Ni un solo minuto puede omitirse, a lo sumo en los relatos. El pronóstico de mi futuro: he ahí la calidad de mi presente. Sí, soy el tiempo meteorológico; y en quien menos confío es en él, en mí mismo."

Fiasco
Imre Kertész

Toparme con este fragmento en un libro que compré por el título es una de esas casualidades inagotables que amenizan el día a día. Que además se cumpla la paradoja de que yo soy un adicta incrédula a la predicción del tiempo, otra, aún mejor.

Leer le está poniendo palabras a esta crisis (en su acepción de cambio, ojo).