miércoles, marzo 10, 2010

De bélica a bíblica*



Detonante 1: Tres vidas de santos de Eduardo Mendoza

Detonante 2: el aria en sol menor y la toccata en re menor de Bach

Detonante 3: este fragmento
de Mendoza

Tal vez, se dijo Dubslav, el diluvio universal sólo fue un chaparrón en un lugar similar a éste; tal vez aquí mismo se originó la historia de la raza maldita, pero con un desenlace distinto; tal vez en fin de cuentas la raza maldita consiguió sobrevivir para seguir pecando. Ahora, ignorantes del pasado, desinteresados por el presente y sin esperar nada del futuro, estas gentes habitaban el lugar con apatía. No había allí razón alguna para seguir viviendo, pero lo hacían, no por perseverancia, sino por embrutecimiento.

Detonante 4: una col capturada en la Gràcia gitana a tres treintañeros apasionados.

No sé cuántos mil científicos de todo el mundo han estudiado la puta manta por arriba y por abajo con sus máquinas y la manta tiene la puta cara de Jesucristo lavada. Te lo digo. Es verdad.


Y supongo que tener a mon amour de conferencias en un seminario, estar corrigiendo una novela de materia religiosa y fantasear con releer El poder y la gloria de Graham Green y Hasta que te encuentre de John Irving, esta vez con banda sonora de órgano y en inglés, confirman la tendencia: estoy mística.

[*No dormir y trabajar como una perra siempre ayuda.]


Acompaña El jardín de las delicias de El Bosco, que va de perlas.