martes, septiembre 24, 2013

Inciso ruso en mi ciclo africano


Tras la conocida orfandad de terminar un libro que no se puede soltar, he vuelto a los rusos. O se me ha cruzado un ruso. Una vez más el culpable es Vila-Matas (si no fuera tarde para empezar, debería tener una lista de los autores que he descubierto, redescubierto, leído y releído gracias a Vila-Matas).
Bastó una mención al enterrador de Pushkin en El mal de Montano (con esta cita):

"Mis ilustrados lectores sabrán que Shakespeare y Walter Scott presentaron a sus sepultureros como hombres alegres y dicharacheros, con el fin de que el contraste impresionara aún más nuestra imaginación. Por respeto a la verdad no podemos seguir su ejemplo y debemos reconocer que el carácter de nuestro sepulturero correspondía totalmente a su siniestro oficio."

"El enterrador", de Alexandr S. Pushkin (en Narraciones completas)

Y así de repente he dejado Lagos, Nigeria, para volver a la Rusia profunda.



*Las fotos son de Bénédicte Kurzen y de Sergey Maximishin