martes, septiembre 27, 2011
lunes, septiembre 26, 2011
sábado, septiembre 24, 2011
Unscheduled (unnecessary) rain
Hoy no estaba en los planes. Mientras pasa este monzón que ningún servicio meteorológico vio venir, me quedo en casa con Koestler.
[...] Para el ciudadano común es difícil, cuando no imposible, adaptarse a la transición; soporta pasivamente la insensatez de las inundaciones, las guerras y las revoluciones, mientras los aventureros en apariencia locos, los artistas y demás personas espiritualmente desequilibradas, habituadas a vivir sobre el filo precario donde se cortan el plano trágico y el trivial, saltan con agilidad de un a otro plano. Parecen prosperar con las catástrofes; su locura es su ángel guardián.
La escritura invisible, Memorias
Arthur Koestler
viernes, septiembre 23, 2011
miércoles, septiembre 21, 2011
b o r g e s
«Hacia 1957 reconocí con justificada melancolía que estaba quedándome ciego. La revelación fue piadosamente gradual. No hubo un instante inexorable en el tiempo, un eclipse brusco. Pude repetir y sentir de manera nueva las lacónicas palabras de Goethe sobre el atardecer de cada día: Alles nahe werde fern (Todo lo cercano se aleja). Sin prisa pero sin pausa —¡otra cita goetheana!— me abandonaban las formas y los colores del querido mundo visible. Perdí para siempre el negro y el rojo, que se convirtieron en pardo. Me vi en el centro, no de la oscuridad que ven los ciegos, como erróneamente escribe Shakespeare, sino de una desdibujada neblina, inciertamente luminosa que propendía al azul, al verde o al gris. Ya no había nadie en el espejo; mis amigos no tenían cara; en los libros que mis manos reconocían sólo había párrafos y vagos espacios en blanco pero no letras.
»Entonces recordé cierta sentencia de Rudolf Steiner: “Si algo se
acaba, debemos pensar que algo empieza”.»
Jorge Luis Borges
Textos recobrados (1956-1986)
Frita me tiene Borges, pero, a veces, por un instante, leyendo párrafos así, olvido lo frita que me tiene.
lunes, septiembre 19, 2011
viernes, septiembre 16, 2011
Absurdo
"Mi casa y mi negocio no son un gallinero."
Robert Walser,
El ayudante
Quizá al final sólo escribía frases como ésa. A mí me gustaría que fuera así. Llevo toda la mañana riéndome al cruzarme con la frase (en un epígrafe de Campos Reina). Y resulta que El ayudante está entre las pilas de libros a jibarizar en 2012, así que me lo llevo (prestado) para buscar más perlas que me hacen gracia aunque no sepa por qué. O sí, porque son absurdas y no puedo evitar una saludable inclinación al absurdo.