+ Murakami
- [...]Relájate. Estás tensa y por eso te lo tomas así. Si te relajas, te sentirás más ligera.
- ¿Por qué dices eso? -La voz de Naoko sonó muy seca.
Al oírla, comprendí que acababa de pronunciar las palabras equivocadas.
- ¿Por qué? -repitió Naoko con la vista clavada en el suelo-. Si te relajas, te sientes más ligero, eso también lo sé yo. No hace ninguna falta que me lo recuerdes. Pero si ahora me relajo me haré pedazos. Dese hace tiempo he sido incapaz de vivir de otra manera, y todavía lo soy. Si bajara la guardia, aunque fuera una sola vez, sería incapaz de recomponerme a mí misma. Me haría pedazos y éstos volarían con un soplo de viento. ¿Cómo puede ser que no lo entiendas? ¿Cómo puedes decir que cuidarás de mí si no comprendes eso?
Enmudecí.
***
- [...] Se excita, llora. Pero no pasa nada. Es sólo eso. Está exteriorizando sus emociones. Lo preocupante es cuando no logra sacarlas fuera. Se acumulan en su interior y se enquistan. Las emociones van petrificándose y muriendo dentro de uno. Eso sí es terrible.
***
- [...] Además, y éste es otro asunto, en su caso hay muchos problemas que se entrelazan, como un enrevesado amasijo de hilos, e ir soltando cada uno de estos hilos es un trabajo ímprobo. Desenredar todo esto puede llevarle muchos años, aunque también es posible que todos los hilos se desaten de golpe.
- ¿Por qué dices eso? -La voz de Naoko sonó muy seca.
Al oírla, comprendí que acababa de pronunciar las palabras equivocadas.
- ¿Por qué? -repitió Naoko con la vista clavada en el suelo-. Si te relajas, te sientes más ligero, eso también lo sé yo. No hace ninguna falta que me lo recuerdes. Pero si ahora me relajo me haré pedazos. Dese hace tiempo he sido incapaz de vivir de otra manera, y todavía lo soy. Si bajara la guardia, aunque fuera una sola vez, sería incapaz de recomponerme a mí misma. Me haría pedazos y éstos volarían con un soplo de viento. ¿Cómo puede ser que no lo entiendas? ¿Cómo puedes decir que cuidarás de mí si no comprendes eso?
Enmudecí.
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- [...] Se excita, llora. Pero no pasa nada. Es sólo eso. Está exteriorizando sus emociones. Lo preocupante es cuando no logra sacarlas fuera. Se acumulan en su interior y se enquistan. Las emociones van petrificándose y muriendo dentro de uno. Eso sí es terrible.
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- [...] Además, y éste es otro asunto, en su caso hay muchos problemas que se entrelazan, como un enrevesado amasijo de hilos, e ir soltando cada uno de estos hilos es un trabajo ímprobo. Desenredar todo esto puede llevarle muchos años, aunque también es posible que todos los hilos se desaten de golpe.
Norwegian Wood (1987)
Haruki Murakami
el proceso de identificación y empatía con personajes de novela a veces resulta aterrador.
mágico y necesario, pero aterrador.