martes, octubre 21, 2008

La vida es sueño (3er intento)

Es verdad; pues reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos,
pues estamos
en un mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que vive sueña
lo que es hasta despertar.
Sueña el rey que es rey,
y vive con este engaño mandando;
disponiendo y gobernando;
y este aplauso que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!);
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico su riqueza
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende;
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida?
Un frenesí.
¿Qué es la vida?
Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Monólogo de Segismundo, Jornada II

La vida es sueño
Pedro Calderón de la Barca
(Edición de Evangelina Rodríguez Cuadros)

Tres días y tres intentos de colgar este fragmento (que la biblioteca virtual del Instituto Cervantes no ha tenido a bien dejarme copiar a golpe de comandos) después, se me sigue poniendo la piel de gallina al recordar la declamación de Fernando Cayo -en el papel de Segismundo-, el magnetismo de Ana Caleya -¿existirá una Rosaura mejor? No lo creo-, y el poderío y las tablas de Chete Lera -rey Basilio- y Jesús Ruymán -Clotaldo-.

Siempre he sido desmemoriada para ciertas cosas, pero, nada más comenzar la obra, me dije que había llegado el momento de abrir la mano (o designar neurona) para que no se me pasara por alto quiénes eran Segismundo y Rosaura.

Tres días después, también ratifico que ha sido un acierto esperar a este momento, permitir que éste surgiera, para asistir por primera vez a la obra que
me obsesionó a los dieciséis años* .

Sin la compañía perfecta, no hubiera sido lo mismo.



(*De ahí, la cita trillada. Qué le vamos a hacer, doce años de espera justifican un lugar común.)

sábado, octubre 18, 2008

Es sábado y estoy trabajando


Pero Bach, la lluvia y mon amour atenúan el sufrimiento.

lunes, octubre 13, 2008

I'm a murderer


and I'm tired to pretend otherwise.

Copyright de la foto de mi víctima: Saret.

jueves, octubre 09, 2008

Bellow

«Tenía un talento extraordinario para describirse a sí mismo de forma directa. Podía explicar en detalle lo que sentía al nivel más simple; qué efecto le producía en la nuca o en la boca una aspirina. Eso despertaba mi curiosidad, porque la mayoría de la gente es incapaz de describir lo que ocurre en su interior aunque le vaya la vida en ello. Los alcohólicos y los drogadictos están demasiado confusos; los hipocondríacos son sus propios terroristas, y en cuanto al resto de nosotros, solo notamos un tumulto metabólico en nuestro interior.»

Son más los que mueren de desamor
Saul Bellow


lunes, octubre 06, 2008

No se lo salta un galgo

"Tiene muchas virtudes,
como sus grandes ojos
y sus pestañas rizadas:
como las vacas", dice el
líder de una fundación.


Religión para que te quiero.
Y que nadie despida nunca a los muchos becarios furiosos de la redacción de El País. La actualidad sería tan aburrida...

El resto del artículo aquí, el destacado o bien de la autora o bien del maquetador.

miércoles, octubre 01, 2008

La llum de tardor


Enlluernar [1696; de lluerna]
2 fig 1 Fascinar, algú o alguna cosa, amb el seu esclat.

[paraules+llum+matí+esmorçar+amor]
O empezar el día feliz.