War mode

Empieza una nueva semana.
Delirios de grandeza ON.
Pies de plomo.

Mural de Fasim

Y a mí

"Al final, la imaginación siempre la pone el lector. En realidad, el novelista sólo necesita cierta clase específica de imaginación, muy parecida a la condenada llave Allen: minúscula, incómoda y difícil de utilizar (y tan fácil de perder). Es la imaginación para lo real.
[...]
Las grandes novelas (es decir, las que a mí me gustan) siempre transcurren en días laborables."

Rafael Reig
ABCD, 20 de febrero de 2010

Refrán ruso

"En compañía hasta la muerte es dulce."

La tormenta de nieve, Lev Tolstói

Estos rusos...

BackLife*

No es para todos los paladares, y nada tiene que ver con ser o no exquisito, tiene que ver con las debilidades individuales en la lectura. Y yo soy de las que se siente al borde del extásis con las minuciosas descripciones de los autores de las latitudes más frías. A mí el combinado de crudo sentimentalismo con la observación del detalle, el empeño por plasmar la caída de un rayo de sol, narrar la sucesión de nimiedades que constituyen la vida, me encienden la imaginación.

Silja es precisamente una novela sobre el imparable curso de la vida, una cosa indefectiblemente sigue a la otra, un horror es mayor que es el anterior, pero el hielo se derrite, la hierba vuelve a crecer y en el camino aparecen de nuevo las huellas del paso de los hombres. No existe la ausencia de vida ni en el sueño, el silencio o la muerte. Porque incluso la muerte es vida.

Sillanpää es inmenso. Un finés que por desconocimiento sólo me puede sonar a ruso.

Y ahora, BackList lo traerá de vuelta, de ahí BackLife... (*la invención del término no es mía, I must confess). Pero trabajar para esta editorial es otro modo de vida.

La casa donde nació Sillanpää, lo que explica muchas cosas. La foto es de aquí, de regalo, biografía del autor.

Neverending story

francachela.

1. f. coloq. Reunión de varias personas para regalarse y divertirse comiendo y bebiendo, en general sin tasa y descomedidamente.

There are so many words I feel compelled to love...

When

life goes wild,
it's time for yoga.

Y ahora me preparo para disfrutar de cuatro horas non stop de uno de los pocos vicios sanos que tengo. Incluso he hecho rehenes para la ocasión.
Oh, yeah.

Vamos a ponerle cara (que no ojos)

Ya que últimamente no publico nada que no lleve una imagen, creo que para lo que quiero de (d)escribir la única imagen posible es ésta:
yo desencajada de la risa.
Porque es esto o apostar por esa otra clase de alternativas a las que en general tiendo.
Llevo unas tres semanas haciendo malabarismos laborales, con diferentes implicaciones en el plano del rendimiento intelectual.
Desde el 10 de diciembre sostengo un combate poco efectivo con Tele2, que se resiste a instalarme teléfono e Internet.
También hace más de un mes que me he especializado en todas las alternativas de acceso a la red que cuestan un ojo de la cara y funcionan como el culo. Y no, no hay nada de redondo en la cuestión.
He hablado con más operadoras en un mes que en los últimos años.
Y aunque estoy trabajando como nunca, creo que desde que me independicé nunca había hecho tantos malabares económicos ni simultaneado tantos trabajos.
Además me he mudado y he participado en mudanzas varias.
He empezado el año por primera vez en "mi casa".

Y mucho de esto tendría que ser un drama, pero resulta que me parto y me mondo,
y soy obscenamente feliz
hasta cuando no lo soy del todo.


n.b. Ante las airadas (y justas) protestas, atribuyo: la foto, como no podía ser de otra manera, es de Saret. La única persona que ha conseguido sacarme en las fotos como soy (sin glosa, gracias).

Prioridades

I need a break...

Pero cuando esta mañana he visto la cabecera de Google, me ha parecido inevitable no darme el gusto de ver unas cuantas ilustraciones de Rockwell.