Cuestión de ojos
No he dejado el blog. Estoy buscando el límite de la alienación por medio del trabajo. Traduzco, leo y busco frases redondas con "push" comercial (eso NO es mío, es lo que me piden) hasta que siento que se me irritan los párpados, que empiezan a ceder para dejar caer a mis ojos , a ver si consiguen con su pequeño complot que lo deje de una puta vez.
Su estrategia no es muy buena, pero cuando llevo 20 horas despierta y siguo mirando palabras y pensando, termino por marearte y tener la vista borrosa. Y así sí que lo dejo (porque el día siguiente pierdo demasiado tiempo corrigiendo las alucinaciones y desvaríos).
También sería interesante contar los subterfugios que se está inventando mi mente para divagar cuando se harta de mí y de currar (entre ellos leer blogs de forma compulsiva, no sea que le de un descanso a mis siervos ovoides).