martes, febrero 28, 2006

más trivial

Supongo que sólo me ha venido a la mente lo de Oé porque me tiene enganchada y mi vida es mucho más prosaica que lo que me pasa cuando leo.
He acabado la montaña de deprimentes y nada valiosos relatos universitarios.
El techo de mi cocina es la ruina nacional y el motivo de mis súbitas relaciones con todos los gremios existentes.
Me está costando asumir la entropía de mi casa, de mi vida (una vez más).
Me ha salido bien durante trece días, pero con el número maligno se me ha acabado la paciencia (también las carcajadas estertóreas próximas a la enajenación, que sólo querían decir que estaba perdiendo la razón y que leía demasiado al día).

En caso de crisis, yo no seré la coordinadora.
Me estreso y no gestiono bien las relaciones humanas. La mía conmigo misma la que peor.

Oé y la sensibilidad japonesa

"Sputnik, mi amor" de Murakami fue la lectura de comienzo de año (de esas de un tirón en un tren que siempre dejan el gusto de la unidad de la historia: un viaje=una historia). Nothomb habla de Japón sin parar, Banana Yoshimoto volvió a mi memoria (recomiendo YA "Kitchen") mientras hago ganas para desembolsar una pasta por su último libro -que ya he comprado una vez, que conste, aunque no para mi y de repente
"Una cuestión personal"
que no es poético, ni delicado, ni preciosista.
No.
Es devastador y con imágenes y situaciones tan inimaginables para mi mente eurocentrista y tan occidental, que el desconcierto acompaña al asco -meramente literario, ese que produce el asombro de que las palabras puedan remover tanto-, a la desazón profunda que me despierta. Me revuelve el estómago, pero no lo puedo soltar. La cadencia del sufrimiento de "Bird" en su bajada al su personalísimo infierno no me suelta.
Algo extraño. Inquietante.
Pero ferozmente vivo.

jueves, febrero 23, 2006

FYI

Se hace saber que los comentarios relacionados con las siguientes materias:
-Ortografía
-Sintaxis
-Gramática en general
-Transcripción
- o Cita

se harán llegar a mi corrector, glosador y comentarista particular en la siguiente dirección:

grankabeza@gmail.com

quien evaluará la procedencia y necesidad de rectificación, modificación u omisión del error-duda-confusión y me lo hará llegar a mi.
Gracias por su atención

miércoles, febrero 22, 2006

Houellebecq por la mañana

Me he terminado "Ampliación del campo de batalla". El ritmo rasca-pica de los ojos+sospechosa secrección lagrimal no disminuye, la bso de villapolvo se mantiene: estornudos de asombro o gato, ya mayor (fumar no perdona ni la manera de estornudar) La alergía se adelanta este año.

Son las 8.12 y el mundo se me cae encima cada vez que me doy la vuelta y miro la tarea faraónica que queda por hacer . Es curioso que por la noche antes de acostarme siempre tengo delirios de energía e imagino que al despertar mi mente estará clara y mis dedos ágiles, que haré 30 relatos en una mañana y otros tantos por la tarde; pero al despertar y recordar quién soy y qué tengo que hacer, la energía se ha esfumado y un ánimo escapista se apodera de mi, y sobre todo de mi mente que fantasea con poner sellos todo el día o trabajar en una cadena de montaje, o en cualquier sitio por el que paso en mis escasas salidas... ya me he imaginado de dependienta de la tintorería lavando y planchando todo el día, de vendedora de planchas en bazar el regalo, de dependienta de papelería-librería, en la fnac, de reponedora de abacus e incluso de dependienta de H&M... Por supuesto en mis fantasías soy un crac en todos estos trabajos y vivo relajada y feliz (¿?)

La mente es cruel, cabrona, vaga y tendente a la divagación infructuosa, no sé si todas, pero la mía sin duda.

Quizá es el castigo por leer a Houellebecq al acostarme y al levantarme. Todo se pega. Lo malo más.

martes, febrero 21, 2006

bestias negras...

...o color butano. hoy toca batalla habitual con el paki de mis pesadillas

lunes, febrero 20, 2006

el crepúsculo en passeig de sant joan


sin necesidad de photoshop...

domingo, febrero 19, 2006

...barbaridades


y no son de la Cope, son de la SER, donde está sentado felizmente Herralde contando mentiras y Angels Barceló y compañía incentivando al personal a enviar sus relatos, a intentar publicar y a no cejar en su empeño. Por supuesto están los oyentes desde casa lanzando imprecaciones a editores y editoriales.
Un análisis rápido: el ISBN registra alrededor de 60000 títulos de obras nuevas, de los cuales cerca de 35000 son de narrativa. El libro de premios literarios de Fuente Taja tiene recogidos los premios literarios de España y ocupa la friolera de 400 páginas.
Madre mía, si lo inteligente (en detrimento de mi vida laboral) sería frenar en seco la edición y darnos de lleno a la lectura, ¿por qué alguien como Herralde, editor de Anagrama, se sienta a animar a la escritura? La promoción necesaria NO es la de la escritura, es la de la denigrada, y a veces olvidada, lectura.
Menos negocio y más cultura.

viernes, febrero 17, 2006

otra belga singular

21

No existe el infinito:
el infinito es la sorpresa de los límites.
Alguien constata su impotencia
y luego la prolonga más allá de la imagen, en la idea,
y nace el infinito.
El infinito es el dolor
de la razón que asalta nuestro cuerpo.
No existe el infinito, pero sí el instante:
abierto, atemporal, intenso, dilatado, sólido;
en él un gesto se hace eterno.
Un gesto es un trayecto y una encrucijada,
un estuario, un delta de cuerpos que confluyen,
más que un trayecto un punto, un estallido,
un gesto no es inicio ni término de nada,
no hay voluntad en el gesto, sino impacto;
un gesto no se hace: acontece.
Y cuando algo acontece no hay escapatoria:
toda mirada tiene lugar en un destello,
toda voz es un signo, toda palabra forma
parte del mismo texto.

Chantal Maillard

montañas de papel


En algo parecido a esto se está convirtiendo la pila de relatos que he aceptado... Curiosamente no me desesperan ni me agobian, la mayoría me ponen una media sonrisa en la cara

¿cómo puede ser que más de la mitad sean sobre amor en una otra manifestación? Está claro que en la universidad la gente no piensa en los exámenes. Y me alegro.

jueves, febrero 16, 2006

francófila

Parece que es la tendencia de los últimos meses.
La adicción a Nothomb, el fin de año con Benacquista y el inicio con Houellebecq ("La posibilidad de una isla" que no recomendaría ni al enemigo). Ayer volví a ver Delicatessen y cuando he salido sin pensármelo mucho he cogido "Ampliación del campo de batalla", también de Houellebecq, pero creo que aquí sí que he llegado al índice de saturación: basta de hombres obsesionados con el sexo (en general guarro), casi alcohólicos y misántropos. Creo que la decadencia de la sociedad tiene más expresiones y salidas que ésta. No me molesta la temática, pero creo que me siento algo alejada, no tengo un poder adquisitivo envidiable ni una vida social inexistente, no estoy cerca de los treinta (si bien se acerca su sombra no me ha atosigado nunca) y tampoco creo que sea todo una mierda, la oscuridad de la existencia a mi entender está en otro sitio, y en general hay que mirar hacia dentro para encontrarla.

miércoles, febrero 15, 2006

La experiencia del hambre o Amélie Nothomb

He tenido una aproximación bastante bulímica a Amélie Nothomb. Hasta diciembre era simplemente una autora belga que escribía en francés, vendía mucho y había que tener en cuenta por sus buenas críticas, pero yo no había leído ni una línea de ella.

El primero fue "Estupor y temblores", un librito de 143 páginas que me dejó de piedra: era divertido, sarcástico, ácido, intenso, adictivo y bueno, muy bueno.
Como era de esperar fui a por más: le siguieron "Diccionario de nombres propios" y "La higiene del asesino". Me había atascado con "Sabotaje amoroso" pero creo que por empacho, no por decaimiento del entusiasmo. Entonces apareció el artículo de "Biografía del hambre" en Babelia, que reproducía el primer párrafo: supe que tenía que leerlo e invoqué el factor Auster=> si lo ves, es tuyo.

Ayer fue el día D y la hora H.
Lo encontré,
lo compré,
lo deseé antes de llegar,
lo abrí con fruición
y leí sin pararme para respirar hasta llegar a la última página.
14,50€ bien invertidos.
Por el momento es lo mejor que he leído este año seguro, y lo más acertado en muchos con respecto al hambre de belleza, vida, muerte, tristeza y amor en mucho tiempo. Es tanto su biografía como la de cualquier lletraferit. Describe como nadie qué es lo que engancha al empezar a leer y no poder parar: la búsqueda de la "insoluble belleza". Y querría ser capaz de expresarlo mejor, de decir más que las citas que he puesto, pero lo único que puede servir es leerlo. Y el resto también.
Ahí queda.
[Hoy viene Amélie Nothomb a presentar el libro en Barcelona, me gusta tanto que no sé si debo ir]

Amélie Nothomb #2

Una noche, tuve una revelación. Desplomada en el sofá, estaba leyendo un cuento de Colette titulado "La cera verde". Aquella historia no venía a contar nada concreto: una joven muchacha lacraba unas cartas. Sin embargo, aquel relato me cautivaba sin que pudiera explicarme por qué. A la vuelta de una frase que no aportaba demasiadas informaciones suplementarias, se produjo un fenómeno increíble: un influjo recorrió mi columna vertebral, mi piel se estremeció, y pese a la temperatura ambiental de treinta y ocho grados, se me puso la carne de gallina.

Estupefacta, releí el fragmento que provocado aquella reacción, intentado descubrir su origen. Pero allí sólo se hablaba de cera en fusión, de su textura, de su olor: o sea de nada. ¿Entonces por qué aquella emoción espectacular?

Acabé por averiguarlo. Aquella frase era hermosa: lo que había ocurrido era la belleza.

[...] No es que la belleza literaria no exista: sólo que es una experiencia tan incomunicable como los encantos de la Dulcinea para quien no es sensible a los mismos. Hay que apasionarse uno mismo o resignarse a no entender nunca nada.

Amélie Nothomb #1

"[...] también había que leer esos espejos de placer y dolor llamados novelas."

viernes, febrero 10, 2006

Toda convicción es una cárcel.
Frederick Nietzsche

yo tengo demasiadas, así que vivo en un complejo penintenciario.

viernes, febrero 03, 2006



Así se podrían presentar el ochenta por ciento de las páginas que leo cada semana. Palabras y palabras que llenan mi mente de historias, argumentos, personajes y miles de faltas de ortografía (de las que duelen). Siento respeto por el trabajo con el que prácticamente me gano la vida, y por las personas que lo hacen posible, es decir, la masa incansable que dedica un tiempo considerable a crear esa "obra" que probablemente no llegará nunca a ser un libro. Pero también a lo largo de este año y medio dedicado a leer manuscritos originales he acumulado un sinfín de preguntas: ¿quiénes son? ¿por qué lo hacen? ¿a quién le contarían esa historia? ¿qué piensan que es publicar? ¿quién les lee antes de que lo envíen? ¿qué leen? ¿realmente leen?

jueves, febrero 02, 2006

Parece que los derroteros que sigue este blog son los catastróficamente anunciados a su apertura: ni un post, ni una comunicación de su existencia hasta ahora...
Lo tengo en la mente, me planteo qué es lo que quiero exhibir
(precisamente cuando la cita de Cioran ha vuelto a mi, de la mano del introductor de Cioran en mi vida -y no es la de los exhibicionistas- "TODOS SOMOS, AFORTUNADAMENTE, UNOS IMPOSTORES")
y no lo sé.
Sé lo que no quiero, y ya es algo;
no quiero un híbrido de Amélie con toques de Coixet,
no quiero un blog sesudo y cultureta,
no quiero una mentira de bonitas palabras,
no quiero otra exigencia delante de la pantalla de los bloqueos y las bestias negras (que el zoo ya está hiperpoblado)
y no sé si quiero hacer ensayos en vivo.
Pero, simple y llanamente, acabo de decidir, que sí, que lo voy a hacer así, por rebelarme contra mi rebelión, para seguir con mis pataletas y contradicciones adolescentes.
Segundo intento de hacer esto.
Veamos qué pasa.